El oro tiene un atractivo atemporal y universal, pero incorporar oro macizo de quilates en su línea de joyería puede requerir una inversión significativa. Los metales gold-filled ofrecen una forma accesible de aportar el calor clásico del oro amarillo o rosa a sus diseños, manteniéndolos económicos.

Más valiosos y duraderos que las opciones chapadas en oro, los materiales gold-filled incluyen una capa sustancial de oro de quilates. Debido a que son más asequibles que el oro macizo de quilates, los componentes gold-filled son perfectos para crear joyería de moda elevada o para probar nuevas ideas de diseño.

El material gold-filled se produce aplicando calor y presión para unir permanentemente una lámina de oro de 12K o 14K a un núcleo de latón, creando una superficie duradera y resistente al deslustre. El metal unido se lamina y estira luego en formas específicas como alambre, lámina con un solo revestimiento o lámina con doble revestimiento.

En una lámina con un solo revestimiento, la capa de oro está adherida a un lado del latón, dejando el reverso y los bordes expuestos. Para una lámina con doble revestimiento, el contenido total de oro se divide en dos capas más delgadas, que se unen a ambos lados del núcleo de latón.